Desde la época de la colonia, San Miguel Tecomatlán, se destacó por su vocación panadera, ya que aparte de la producción agrícola de trigo y caña, el poblado se encontraba cerca de una de las haciendas harineras más productivas, la Hacienda de Tenería, esto favorecía en gran medida la elaboración de pan por parte de los pobladores.
Desde entonces, la manera de producir los famosos cocoles, o mestizas se ha convertido en una práctica generacional que ha llevado al "Pan de Teco", a formar parte de los desayunos o meriendas de muchas familias en la región. Este famoso pan, cocido aún de manera tradicional en hornos de leña, ha ido evolucionando en su manera de hacer, ya que en la actualidad encontramos desde los sabores clásicos de mantequilla, naranja, chocolate, higo y natas hasta los más arriegados, como el de queso crema con zarzamora. Sin duda una delicia gastronómica que debes degustar en tu próxima visita.