Atizapán

Del Corazón Mexiquense

Atizapán es una palabra de origen náhuatl, que significa "en el agua blanca, en la tierra blanca". El primer nombre que tuvo el pueblo en sus orígenes fue Tepozoco, "en la arena porosa".

Este municipio tiene varios atractivos que no te puedes perder, como la iglesia de Santa Cruz Atizapán, de estilo neoclásico, construida en el siglo XIX; la capilla del Pantépetl, de 1879 y la capilla del Santo Niño, de 1863.

Respecto a obra pictórica, además de la que se encuentra en los templos, debes visitar los murales del palacio municipal, del artista atizapense Santos Molina Garduño, en los que se cuenta la historia del municipio.

Además hay varias delicias gastronómicas que debes probar: el atole negro, el champurrado, el atole blanco con sal o panela en trocitos y el chileatole; los tamales de ceniza, los de ramos o tamales de chavo, de frijol, de haba, de calabaza y los de elote tierno; el mole de guajolote; los tlacoyos de haba o frijol y las gorditas de haba; el pinole y los esquites.

En cuanto a la dulcería y repostería, destacan el chilacayote y la calabaza cristalizadas en miel de azúcar, los tejocotes, peras o manzanas en almíbar de azúcar con canela, el capultamal y el dulce de tejocote.

Y por supuesto, hay bebidas para todos los gustos: el típico pulque blanco o curado con frutas; los licores de anís con limón, ajenjo o ruda, zarzamora, limón con licor de café, canela con lima, tejocote o nanche con ciruela, o los especiales salta pa’trás y el dos cuadras.