Visitar este lugar es todo un viaje al pasado. Aquí encontrarás los vestigios de una hacienda de grandes dimensiones, que evocan una época de bonanza económica. Se trata de una construcción típica del sistema económico colonial. Data de finales del siglo XVI, y está ubicada al extremo norte de la comunidad de San Esteban Cuecuecuautitla, al pie de la ladera oriental del cerro de la Escobeta. La antigua hacienda fue nombrada Atlapango, que en náhuatl significa "agua de las azoteas". Su esplendor se vio afectado durante la Revolución mexicana, cuando fuerzas zapatistas (pertenecientes al general Felipe Neri Jiménez) la incendiaron a su paso por la Región de los Volcanes.
El aljibe de la hacienda la proveía del agua necesaria para cubrir las necesidades de las cosechas de maíz y frijol, y para el servicio de los ocupantes. Éste funcionaba como un captador de agua pluvial, capaz de abastecer a la hacienda durante todo el año: contaba con un sistema natural de filtración, además de un recolector que permitía aprovechar el agua de las faldas del cerro de la Escobeta, y un captador más pequeño para desarenar, así como un acueducto con una extensión de medio kilómetro.
En tu visita podrás disfrutar de un día de campo entre los vestigios de esta exhacienda, al mismo tiempo que conoces mejor la historia colonial de nuestro estado. Te invitamos a contemplar las praderas y los campos de labor, bajo un cielo despejado y la figura lejana del Popocatépetl.
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