En la plaza central del municipio, sobresale el emblemático quiosco, coronado por un peculiar reloj de cuatro caras de estilo porfiriano. Este último fue donado por familias polotitlenses y su tecnología se remonta al siglo XIX.
Este espacio fue inaugurado en 1906. Algunas décadas después, se sumó el bello quiosco que lo caracteriza. Posteriormente, se remodeló para ajustar sus dimensiones; también se incluyeron detalles en herrería forjada y cantera, que le dieron la singularidad que lo define como el monumento más representativo de Polotitlán.
Te invitamos a visitar el centro de este municipio lleno de historia. Aprovecha para capturar la belleza del quiosco central en una fotografía, y disfruta de las notas de “México lindo y querido”, que resuenan en las campanadas del reloj cada tres horas.