Recurso Histórico-Cultural

Templo de San Miguel, Chiconcuac

Atractivos históricos

Los misioneros franciscanos dedicaron al arcángel Miguel este templo del siglo XVII que fue remodelado a finales del XVIII y principios del XIX.

Sobre la redondeada barda atrial destacan figuras guardianas, macetones, un reloj de sol y los leones coronados, de rostro casi humano, que recargados sobre los arcos de los tres accesos al atrio custodian el templo. Su portada está considerada como una de las más bellas de la región, creada por manos indígenas que unieron el estilo neoclásico y el barroco popular texcocano de la zona para hacer de esta portada una hermosa expresión cultural.

Entre columnas corintias, nichos vacíos, una estrella ventana al centro, flores y guirnaldas, pequeños ángeles con flautas o sosteniendo una cruz y una balanza, emblemas de San Miguel, dan la bienvenida. Minúsculos atlantes destacan entre los monogramas de la familia de Cristo y otros sostienen el nicho del arcángel, mientras los querubines ofrendan a la Inmaculada Concepción rodeada del Sol y la Luna que se encuentra en lo alto, al pie de la cruz.

Al interior del templo, originalmente la planta tenía la clásica forma de cruz. En el siglo pasado se ampliaron las naves laterales, el altar mayor se edificó en estilo neoclásico y grandes candiles empezaron a iluminar el decorado que, finalmente, fue hecho con oro laminado.