La Catedral de Corpus Christi de Tlalnepantla es un templo con más de 400 años de antigüedad. Posee la disposición clásica de los monasterios del siglo XVI: su estructura tiene una nave central adosada a un claustro y un atrio, y su fachada barroca se distingue por la custodia tallada en cantera de Corpus Christi y la Orden franciscana de las Clarisas.
En la puerta norte y en la porciúncula se encuentran los glifos de los santos patrones de Tenayuca, San Bartolo, y Teocalhueyacan, San Lorenzo, que fueron grabados por comunidades originarias congregadas en medio de ambos pueblos; tal suceso produjo los primeros asentamientos de Tlalnepantla, "la tierra de en medio".
En el claustro se localizan las oficinas del Arzobispado, donde aún se conservan pinturas de estilo tequitqui, las cuales se pueden apreciar en nichos y cenefas que representan elementos de la Orden de San Francisco.
Este templo ofrece diversos servicios religiosos y eucarísticos; además, cuenta con una biblioteca en su interior.