Esta represa data de 1828 y su nombre se debe a que cuenta con un "derramadero", es decir, una estructura que permite el desahogo del exceso de agua para que la presa no se reviente. En el lugar hay una pilastra en la que están inscritos la fecha y los nombres de sus constructores: José Ysita y Fortunato Garfias, escriba y secretario del Ayuntamiento de Polotitlán en el siglo XIX, respectivamente.
Además de pasar un rato muy ameno en este paraje, el visitante puede apreciar en la Represa El Derramadero algunos rasgos arquitectónicos característicos de la época de su construcción, como sus tres arcos, que tienen como función reforzar la pared de aproximadamente un kilómetro de extensión, y detalles como las compuertas, escalinatas y amarres.
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